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LOS HECHOS DICEN LA VERDAD
EL PUNTO DE VISTA DE UN DIPLOMÁTICO CHINO SOBRE EL TEMA DEL TÍBET
2008-04-14 00:00

por  Wang Jian

Encargado de negocios de la Embajada Popular China

Últimamente se ha hecho muy ruidoso el tema del Tíbet y sus relaciones, sobre todo con los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, siendo un diplomático de China, me siento complacido y responsable de compartir con los lectores colombianos algunos de mis puntos de vista a través del presente trabajo. Espero que este artículo sea una versión que en lugar de conflitar contra las ya muchas que vienen publicándose últimamente sobre el particular, será una voz participativa en un entorno democrático de expresiones, y en lugar de intentar imponer mis criterios, se apresta a ofrecer al público otro ángulo de visión para conocer de fondo un problema tan complicado como el tibetano.

Muchas veces me han preguntado ¿porqué el asunto tibetano se ha vuelto tan llamativo hoy día? Mi respuesta es sensilla: el tema del Tíbet no es nada nuevo y entró en su existencia desde 1959 cuando el Dalai Lama se refugió a India donde se estableció un gobierno en exilio tras una fallida rebelión armada. La razón por la que este tema se ha dimensionado de manera extraordinaria últimamente ha sido porque China va a ser el anfitrión de los Juegos Olímpicos de 2008. No ha dejado de entreverse la intención de politizarlos y por lo tanto, todo lo que ha acontecido entrono al Tíbet hasta ahora ha dejado en calra evidencia que el único y exclusivo propósito de la camarrilla del Dalai y sus seguidores no es sino para trabar el feliz desarrollo de este gran evento deportivo mundial y difamar al gobierno chino mediante las actuaciones violentas y criminales, ya sea en Lhasa, Tíbet como ocurriéndose el 14 de marzo, o sea en Londres, Paris y San Francisco donde el recorrido de la Llama Olímpica era violentamente atacado e interrumpido por los manifestantes tibetanos y/o protibetanos en estos días.

Lamentable resulta indicar que la major voluntad del gobierno chino y su pueblo de hacer de la próxima Olimpiada un gran evento que simboliza el espiritud de paz y la armonía de las naciones de nuestro planeta a través de la competencia deportiva ha sido brutalmente violada y el mayor ahelo del mundo de respetar al sagrado espiritud olímpico de no politizarlo ha sido desgraciadamente irrespetado. Pesa a todo esto, China mantendrá firme con su compromiso de ofrecer al mundo una Olimpiada de la primera y mostrar al mundo por medio del evento un país en progreso y convencido en vivir en paz y armonía con el resto del mundo.

Igualmente me han preguntado muchas veces: ¿por qué las opiniones generales aquí están pro Dalai Lama? Mi respuesta también es sensilla: si yo fuera un colombiano sin conocer toda la historia tibetana, ni saber cúan distante ha sido lo que dice de lo que hace el Dalai Lama, me dejaría llevar por sus atractivas tesis como "no Violencia", "el Camino Intermedio", "la autonomía verdadera" etc., y sobre todo por el gran honor del ganador del Premio Nobel de Paz. Tal y como si yo no estuviera en Colombia viviendo lo que está pasando diariamente en este país y siendo un testigo más del constante mejoramiento de la situación de seguridad que viene lográndose gracias a la política de seguridad democrática del gobierno colombiano, me quedaría con la obsoleta impresión de que Colombia, a pesar de ser un país bonito, no era recommendable tomarlo como un destino turístico, ni mucho menos un lugar ideal para hacer inversions por altos riesgos de seguridad.

A este factor del desconocimiento general de la realidad tibetana, se suman los otros, pero de criterios occidentales que muchas veces tienen como el telón de fundo un color ideológico para intentar ejercer presiones políticas sobre China. Como cualquier país del mundo que tiene problemas e imperfectos, China es más consciente que nadie de los suyos que se presentan en el proceso de apertura y modernización, China se preocupa más que nadie por tenerlos mejorados y superados de manera gradual bajo el contexto nacional y de la globalización mundial y China sabe respetar y hacerse respetar en lo que se refiere a los intereses nacionales y los asuntos soberanos sin aceptar presiones mal intencionadas, ni mucho menos expresadas en forma violenta.

Seguramente el lector quedará insatisfecho con las respuestas arriba expuestas. Me asiste mayor razón de poner en pleno conocimiento y juicio del público colombino lo que realmente ha sucedido, contándole las verdades histórica y actual sobre el Tíbet y el Dalai con el propósito de aclarar algunas de las dudas e inquietudes que a lo major pueda tener nuestra audiencia.

 

1. Sobre la "no Violencia" y el Incidente de Lhasa

Hasta hoy en día, en las pantallas televisivas internacionales siguen con la imagen del Dalai repitiendo su tesis de "no Violencia". Sin embargo, ante los actos violentos cometidos últimamente por sus seguidores, él ligeramente aludió la responsablidad diciendo que ésto ya se pasó de su mano. Pero las graves consecuencias resultaron demasiado pesadas como para ser eludidas ligeramente.

El incidente ocurrido el 14 de marzo pasado en Lhasa no era de ninguna manera una manifestación pacífica ni la actividad de "no Violencia" como declarada por la camarilla del Dalai, sino puros crímenes de violencia, de los cuales quedaron un saldo de 18 inocentes muertos, incluido un bebé de apenas un año de edad, 382 ciudadanos heridos, entre ellos 58 en grave estado, más de 300 sitios incendidos, incluidos 7 escuelas, 5 hospitales, 908 comercios y 120 residencias, causando enormes daños a la vida y propiedad del pueblo local con una pérdida directa de 250 millones de yuanes. Ningún gobierno responsable se quedará cruzado de brazos frente a tales violentos criminales. El gobierno de la Región Autónoma del Tíbet, al tomar las medidas necesarias conforme con la ley para calmar estos disturbios, se mantenía altamente restringido sin recurrir al uso de ninguna arma destructiva, razón po la cual, 242 ejecutores de la ley resultaron heridos, con 23 gravemente heridos y una muerte.

Con suficientes evidencias encontradas consta que el incidente de Lhasa fue premeditado, intrigado y orquestado por la camarilla del Dalai y forma parte de la llamada "Campaña de la Gran Insurgencia del Pueblo Tibetano", la cual fue lanzada en enero del año presente por la camarilla del Dalai con el fin de destruir la estabilidad de Tíbet, presionar al Gobierno Central aprovechando la coyuntura de los Juegos Olímpicos de Beijing y lograr la división de la patria. Las autoridades policíacas de la Región Autónoma del Tíbet han arrestado a 414 actores de la escena de Lhasa, entre ellos, un grupo de importantes sospechosos estrechamente vinculados con la camarilla del Dalai e involucrados en la organización y ejecución del incidente y han descubierto la red operativa del "Departamento de Seguridad" de la camarilla del Dalai dentro de China.

2. Sobre "el Camino Intermedio" y "la Autonomía de Alto Grado"

El Dalai ha propuesto el llamado "Camino Intermedio", decalrando una y otra vez que ya no procura más la independencia de Tíbet, sino una "autonomía verdadera". Vale más lo hecho que lo dicho. Desde que el Dalai estableció el supuesto "Gobierno Tibetano en Exilio", asumiéndose él mismo como "Jefe del Estado", este "gobierno" ya tiene su "Bandera Nacional"y la "Constitución" en que se pone en claro el objetivo de establecer una "República Federal Democrática". Además, el Dalai ha llamado a establecer "una Gran Región Tibetana" que nunca existió en la historia de China y que no sólo abarca a Tíbet, sino también a otras zonas habitadas por los tibetanos, pero geográficamente ubicadas en las otras cuatro provincias como Qing Hai, Gan Su, Si Chuan y Yun Nan. De ser un hecho, esta llamada "Gran Región Tibetana" representaría una cuarta parte del territorio chino. Además, según lo exige el Dalai, las otras étnias ajenas a la tibetana deben retirarse de esta Gran Región y el Gobierno Central no debe instalar su ejército, ni ejercer la diplomacia en ella. Es muy obvio que la llamada "autonomía verdadera" no es sino una independencia verdadera del Tíbet.

3Sobre los Contactos y Diálogo

Algunos países del Occidente han presionado siempre al gobierno chino a que mantenga contactos y diálogos con el Dalai. De hecho, el gobierno chino ha adoptado una política coherente para con el Dalai y mantenido siempre la paciencia en contactos con él. Se han adelantado 6 rondas de negociaciones entre ambas partes sin llegar a un acuerdo simplemente porque la camarrilla del Dalai no quiere abandonar de hecho y no de dicho su línea independentista. La puerta de negociación estaba abierta antes y sigue abierta ahora mismo. El problema es que el Dalai ha optado por una vía de violencia en vez del diálogo. Pese a todo esto, estaremos dispuestos a dialogar con él, siempre que éste deje de practicar los actos separatistas, las violencias criminales y las actividades que sabotean los Juegos Olímpicos de Beijing.

4. Sobre los Progresos en Tíbet

Antes de la reforma democrática iniciada en 1959, el antiguo Tíbet era una sociedad del régimen de servidumbre feudal donde regía la teocracia y la dictadura de monjes y nobles, un sistema más oscuro, atrasado, salvaje y cruel que la edad media de Europa. Bajo este sistema la economía de Tíbet permanecía estancado y la esperanza de vida en promedio era sólo 35.5 años, con el 90% del analfabetismo. El Dalai, como máximo jefe de este régimen, no debería eludir su responsabilidad por todo eso.

Después de la reforma democrática, con el apoyo del Gobierno Central y todo el país, la Región Autónoma del Tíbet ha logrado un desarrollo económico acelerado, la estabilidad social y el mejoramiento del nivel de vida del pueblo tibetano acompañado de constantes progresos en los derechos humanos. En lo va del año 2003, el Estado ha invertido en las infraestructuras con un valor de 60 mil 158 millones de yuanes, la economía regional ha mantenido un incremento permanente de 12% para arriba, cifra superior al promedio nacional y el ingreso de los agropecuarios tibetanos alcanzó a un crecimiento anual de dos dígitos en los cinco años consecutivos. Según las estadísticas del año 2006, en la Región Autónoma del Tíbet hay 35.000 representantes de la Asamblea Popular de distintos niveles, más de 1000 escuelas con unos 500 mil estudiantes matriculados y 1.378 instituciones médicas basadas en un sistema de servicio gratuito cubriendo toda la región tibetana. Ahora, el promedio de vida se ha elevado a los 67 años. Al mismo tiempo, existen 1.780 templos con más de 46 mil monjes practicando sus actividades religiosas con garantía y respeto. En fin, Tíbet está en sus mejores momentos de la historia con una perspectiva de mayor desarrollo en el futuro. El pueblo tibetano en general no quiere ni acepta disturbios.

 

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