China comenzará en marzo una amplia revisión de las cuentas del Proyecto de las Tres Gargantas, la mayor construcción hidroeléctrica del mundo, según informaron fuentes gubernamentales.

Se espera que el proyecto, iniciado hace 12 años y con un coste de 180 mil millones de yuanes (22.390 millones de dólares), cuente con una capacidad generadora de 18,2 millones de kilovatios una vez concluido en 2009.

Hasta ahora, un total de 122 mil millones de yuanes (unos 15.200 millones de dólares) han sido invertidos en el proyecto.

Li Yong'an, gerente general de la Compañía del Proyecto de las Tres Gargantas de China, indicó que su empresa se está preparando para colaborar en la revisión.

"Éste es un proyecto estatal piloto, que recibe el apoyo de todo el país. Una auditoría completa de las cuentas es crucial para el proyecto antes de su conclusión", según Li.

La compañía fomentará la auditoría interna para garantizar que todo el dinero se utilice de forma correcta, agregó.

"Los fondos de construcción del proyecto están bajo estricto control. Hasta el momento no se ha registrado ningún caso de corrupción o asignación ilegal de fondos", afirmó a la agencia de noticias Xinhua Xia Kailiang, subdirector general de la oficina de supervisión del Comité de Construcción de las Tres Gargantas, dependiente del Consejo de Estado, el 29 de marzo de 2005.

Sin embargo, Xia admitió que existen problemas en la complicada tarea de trasladar a los residentes de la zona afectada por el proyecto. A finales de 2003, se habían registrado y procesado 310 casos de apropiación indebida de fondos por valor de 58,67 millones de yuanes (alrededor de 7 millones de dólares), de los que 43 millones de yuanes (5,38 millones de dólares) ya se han recuperado.

El proyecto, ubicado en el curso medio del río Yangtse, en la ciudad de Yichang, localizada en la provincia central china de Hubei, ha generado hasta el momento más de 100 mil millones de kilovatios de electricidad, gracias a los 14 turbo-generadores instalados en la orilla septentrional del río, a los que habrán de sumarse otros doce, ubicados en la orilla contraria, que entrarán en operación a partir de 2007.

Junto con la obtención de energía, el proyecto aspira a jugar un rol fundamental en el control de las inundaciones y la navegación.