El presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, llegó ayer a Beijing para empezar una visita de Estado de cinco días a China.

Musharraf llegó a China por invitación del presidente chino, Hu Jintao.

Se espera que su visita actual inaugure una serie de eventos para celebrar el 55 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas China-Pakistán.

Durante su estancia en Beijing, Musharraf se va a reunir con su colega chino, Hu Jintao, y con otros líderes chinos de alto nivel.

Las dos partes van a discutir cómo promover la cooperación amistosa y mutuamente benéfica, a intercambiar puntos de vista sobre asuntos internacionales y regionales de interés común y a firmar algunos acuerdos de cooperación.

El presidente paquistaní va a asistir a una ceremonia para conmemorar la publicación de su biografía en la capital china.

El también va a visitar la provincia de Sichuan en el suroeste de China, la tierra de los pandas gigantes, antes de partir el 23 de febrero.

China y Pakistán siempre son considerados vecinos cercanos que disfrutan de una amistad a toda prueba. Pero el reciente ataque armado en el sur de Palistán que causó la muerte a tres ingenieros chinos consternó a ambos países.

En una entrevista con corresponsales chinos en Islamabad en vísperas de su gira por China, Musharraf dijo que la amistad de Pakistán con China es muy fuerte y no será afectada por el incidente.

El dijo a los corresponsales chinos que quienes llevaron a cabo el acto perverso no desean que Pakistán prospere y desean crear un malentendido entre Pakistán y China.

El gobierno paquistaní está decidido a dar a los atacantes el castigo más fuerte y más severo y sus objetivos perversos no serán alcanzados, subrayó Musharraf en la entrevista.