El 7 de agosto de 2022, hora local, el consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, durante su visita a Bangladés, indicó en respuesta a la última situación y las sofismas irrazonables de la parte estadounidense que esta cometió errores en tres aspectos con respecto a la visita de Nancy Pelosi a la región china de Taiwán.

En primer lugar, la parte estadounidense se injirió flagrantemente en los asuntos internos de China. Pasando por alto los repetidos consejos y advertencias de China, Estados Unidos insistió en actuar a su manera e hizo arreglos para una llamada “visita” de la tercera funcionaria de más alto rango en el Gobierno estadounidense a la región china de Taiwán. Debe saberse que Taiwán no es parte de Estados Unidos, sino parte del territorio chino, y la parte estadounidense ha hecho compromisos públicos a este respecto. El comportamiento de Estados Unidos constituyó una grave violación a la soberanía de China.

En segundo lugar, Estados Unidos toleró y apoyó a las fuerzas secesionistas por la “independencia de Taiwán”. Todo país debe salvaguardar su unidad nacional, y nunca permite que las fuerzas secesionistas se comporten de manera arbitraria y desenfrenada. El gobernante Partido Progresista Democrático (PPD) de Taiwán ha incluido la búsqueda de la independencia en su programa de partido y, en los últimos años, ha recurrido a todo tipo de trucos para lograr la “independencia gradual de Taiwán” y crear “dos Chinas” o “una China, un Taiwán”. La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos respaldó y envalentonó esto en público, se puso del lado de las fuerzas separatistas y se convirtió en enemiga del pueblo chino.

En tercer lugar, la parte estadounidense saboteó deliberadamente la paz en el estrecho de Taiwán. Estados Unidos está acostumbrado a crear primero un problema y usarlo luego para materializar su propia intención estratégica. Hay señales que indican que Estados Unidos, al planificar la visita de Pelosi a Taiwán, intenta de repetir sus viejos trucos y está aprovechando la oportunidad para aumentar su despliegue militar en la región, lo que merece una alerta máxima y una resistencia resuelta de todas las partes.

Wang Yi dijo que la posición firme de China y sus medidas legítimas, razonables, legales, necesarias, abiertas y apropiadas tienen como propósito salvaguardar la sagrada soberanía e integridad territorial de China, frenar e impedir los intentos de Estados Unidos de “utilizar a Taiwán para contener a China”, destrozar la ilusión de las autoridades de Taiwán de “procurar la independencia valiéndose de Estados Unidos”, y defender de manera verdadera y adecuada la paz en el estrecho de Taiwán y la estabilidad regional.

Wang Yi enfatizó que el principio de no injerencia en los asuntos internos de otros países es una “regla de oro” para las interacciones entre Estados y constituye la “herramienta de protección mágica” para que los países en desarrollo defiendan su soberanía y seguridad. China agradece la comprensión y el apoyo de los países a la posición de China. Hoy, mientras surgen de vez en cuando desenfrenados actos de intimidación unilateral, la comunidad internacional debería formar un consenso aún más explícito y alzar voces aún más fuertes para defender codo con codo las normas básicas de las relaciones internacionales y el derecho internacional y salvaguardar en común los derechos e intereses legítimos de todos los países en desarrollo.